26 febrero 2007

DESENGAÑOS

Braulio tenía 20 euros en el bolsillo, una novia de un mes y una incógnita que le provocaba un gran desasosiego. Quería comprar algo adecuado, nada demasiado ostentoso. Agasajarle con un detalle que le conmoviera pero no le asustara provocando su huída forzada.

Ella era tan delicada como un gorrión, con una caricia de más saldría volando y desaparecería. Tampoco podría hablarle bruscamente porque se acurrucaría en una quietud total provocadora de las más dulces e impuras intenciones.Su mirada, tierna, tímida, algo furtiva, le cautivó desde el primer momento.

Lo escogió nada más verlo en el escaparate de una joyería: una alianza de oro blanco con la fecha del día en que se besaron por primera vez. Salió de la tienda satisfecho y sonriente.

En la calle se cruzó con una pareja que paseaba mirando escaparates. Se volvió con el corazón detenido del impacto y la distinguió, caminando entre el tumulto de gente. Se quedó sin aliento cuando sintiendo un fuerte pálpito observó cómo otro hombre la cogía de la cintura y le besaba la frente.

Derrotado y abatido sólo tuvo tiempo de fijarse en su mirada, segura y desafiante, plena.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

me gustó mucho el cuento. Gracias

Tío Patt, dijo...

A lo mejor el otro es su primo o algo así... De todas formas regalar joyas ya no se lleva. Te podemos enviar cuentos para que los publiques? Por cierto, me parece una gran idea la de tu blog, ánimo!

Leticia C. dijo...

Me encanta tu blog!!!Son muy interesantes los cuentos que publicas, pero el de hoy es muy triste. Ánimo!!!!!!!!!!!!!

Hannibal Lecter dijo...

Muy buen final. esta cuentista mejora con el tiempo. A ver el siguiente.

d.b dijo...

y se fue a devolver la alianza y se marchó de...
La última vez que te cuento cosas de mi vida!

Leticia dijo...

Me recuerda a la historia de Mario y Maria de Cruz de Navajas. Es bonito, pero real y triste